12 de febrero de 2025
Tras 33 años, José Manuel Jamett retornó a Isla Navarino, un lugar donde vivió los primeros 11 años de su vida. De ellos, los 10 primeros fueron en Puerto Toro, al ser hijo de un carabinero que ejerció como jefe del retén del poblado más austral del mundo, y uno en Puerto Williams. Hoy, ya convertido en un destacado bailarín, coreógrafo y gestor cultural en Chillán, retornó al territorio austral para impartir un seminario gratuito de danza a la comunidad.
De esta manera, nueve vecinas y vecinos de la capital provincial se interiorizaron sobre distintos aspectos de este arte, gracias al taller denominado "De Ñuble a la Patagonia: de regreso a mis raíces con la danza en el corazón", dictado por Jamett en la sede del Club Deportivo, Social y Cultural "Beagle", gracias al apoyo logístico de la Delegación Presidencial Provincial de la Antártica Chilena y el Comité Cultural de Puerto Williams.
Jamett, con vasta trayectoria de danza en Argentina y Chile, además de ser fundador de la escuela de baile Espacio Arauco en Chillán, destacó el activo rendimiento de los participantes, entre quienes estuvieron presentes profesores y monitores de danza locales. En poco más de cinco horas, el maestro impartió enseñanzas en torno al movimiento del cuerpo, la musicalización y la métrica en variadas danzas de espectáculo, bailes de salón (ballroom dance) y el folclor latinoamericano, como el chachachá, cueca, tango y milonga. Justamente, Jamett tuvo oportunidad de exponer con pulcritud los dos últimos bailes nombrados junto a Marisa Pugliese, vecina de Puerto Williams proveniente de Argentina, quien es hija de dos eminencias del tango a nivel mundial: Mingo y Esther Pugliese, quienes además criaron como una hija más a otra estandarte internacional de este baile, Gachi Fernández, maestra de tango del propio Jamett.
"Estoy con el corazón hinchado de felicidad. Espero volver a venir. Espero volver a tener esta conexión. Éste es el primer paso para poder crear conexiones entre Ñuble y la Patagonia. La cultura es la identidad de una comunidad, y eso hay que destacarlo. Hay que rescatar el patrimonio, las raíces. Hay mucho por entregar. Yo sé que las autoridades pueden hacerlo. Yo sé que existen los medios para poder gestionar y trabajar con la ciudad. El arte engrandece al ser humano", comentó Jamett.
Por su parte, la delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, Constanza Calisto Gallardo, quien también fue partícipe del seminario, agradeció al bailarín por concretar esta actividad en un territorio que lo vio crecer. "Es muy noble lo que él hizo, de querer volver a las raíces en donde estuvo, y presentarse frente a nuestros vecinos y vecinas. Estamos muy agradecidos por esta iniciativa y también por habernos contactado para hacer una actividad tan bonita (...). Descentralizar el arte y la cultura es parte de los objetivos de nuestro Gobierno. Nosotros ya tomamos muchas de las ideas que pudimos conversar con José Manuel y esperamos poder concretarlas a través de distintos fondos", sostuvo.
En tanto, Patricia Fernández, vecina de Puerto Williams que por más de 30 años impartió sus conocimientos dancísticos a estudiantes del Liceo Donald Mc Intyre Griffiths, calificó positivamente esta instancia, anhelando que se vuelva repetir. "Lo que más me gustó y me llamó la atención, fue la cantidad de bailes que pudimos observar y aprender algunas técnicas importantes. He estado con muchos profesores a nivel nacional e internacional, y encuentro que es un excelente profesor, que enseña muy lúdicamente. Es muy entretenido", recalcó.
Un emotivo reencuentro
Mientras Jamett enseñaba danza a los vecinos de Puerto Williams, dos antiguos amigos suyos irrumpieron en la sede del Club "Beagle": José Catrin y Juanita Vargas. Con ellos convivió estrechamente durante una década en Puerto Toro. Con un fraternal abrazo, sellaron el emotivo reencuentro.
"Fue realmente emocionante", recordó Jamett. "Conversaba con todo el público presente en este seminario, y les decía que mi infancia marcó mi vida como un ciudadano de Puerto Williams, más bien de Puerto Toro, porque viví casi toda mi infancia en un lugar donde éramos tres alumnos en la escuela de Puerto Toro, donde nuestros juegos y nuestras infancias eran súper sanas. Son parte de mi historia. Esas dos personas que viven (José y Juanita), son parte de mi historia. Imagínate, después de 33 años volver a encontrarte con ellos, ver a Juanita, la abracé, lloramos. Ver a José, que era mi amigo también. Jugamos en la isla. Es impresionante. No puedo describir la emoción que se siente poder reencontrarse con tus raíces", comentó.
"Por eso es que este seminario se llamó "De Ñuble a la Patagonia: de regreso a mis raíces con la danza en el corazón", porque reconozco de dónde soy. Soy de acá, del fin del mundo y en este lugar viví, en este lugar crecí. Y gracias a Carabineros de Chile, porque mi padre fue carabinero, pudimos tener una familia maravillosa, una familia unida hasta el día de hoy, y agradecido de esa institución también porque nos abrieron todas las posibilidades para poder vivir en este lugar tan lejos del mundo. La gente no se imagina lo bello que es este lugar. Y ya me quedan todavía muchas emociones, porque me falta llegar a Puerto Toro. Ése es el último destino de este viaje, y lo voy a hacer junto a Juanita (Vargas) y a José (Catrin)", concluyó.
El pasado 8 de febrero.
El pasado 8 de febrero.