9 de octubre de 2024
Según un nuevo estudio, el costo real del uso de hidrógeno verde, promocionado como una futura solución baja en emisiones de carbono, podría ser mayor de lo proyectado. Eso limitaría su utilidad para reemplazar eficazmente los combustibles fósiles.
Los elevados costos de almacenamiento y distribución, que a menudo se pasan por alto en la mayoría de las estimaciones, probablemente harán del hidrógeno una “estrategia de reducción prohibitivamente costosa en muchos sectores importantes”, según un artículo de investigadores de la Universidad de Harvard publicado el martes.
El hidrógeno se ha presentado como una herramienta para reducir las emisiones de carbono en industrias como la siderurgia y el transporte de larga distancia. Pero muchos gobiernos y empresas están fundando sus objetivos ecológicos en que el combustible se convierta en una opción asequible para descarbonizar.
Actualmente el hidrógeno cuesta entre US$ 3 y US$ 7 por kilogramo. Varios análisis esperan que su costo caiga a la mitad a finales de la década y a un cuarto para 2050, lo que lo haría casi tan rentable como los combustibles fósiles, según los investigadores.
Más allá de la producción
Pero los costos de producción son sólo un aspecto del precio del hidrógeno. Para la mayoría de los sectores, los costos de almacenamiento y distribución son entre un tercio y la mitad del precio total de entrega, lo que significa que «futuras reducciones en los costos de producción sólo tendrán un impacto marginal en el precio general», agregaron.
«Incluso si los costos de producción disminuyen de acuerdo con las predicciones, los costos de almacenamiento y distribución impedirán que el hidrógeno sea competitivo en términos de costos en muchos sectores», dijo Roxana Shafiee, becaria postdoctoral en el Centro para el Medio Ambiente de Harvard, y agregó que los resultados del estudio desafían la idea de que el hidrógeno sea la “navaja suiza de la descarbonización”.
Impulso global
Un número creciente de países están presionando para que el hidrógeno sea una parte clave de sus estrategias de reducción de emisiones, particularmente para las industrias de uso intensivo de energía. Estados Unidos ha invertido miles de millones para impulsar la producción de hidrógeno con generosos créditos fiscales. En la Unión Europea, las autoridades apuestan por el combustible y construyen plantas de energía que estén “listas para el hidrógeno” para cumplir objetivos climáticos ambiciosos, aunque el transporte y almacenamiento del gas implicará costosas mejoras en los puertos.
El gobierno de Australia proporcionará US$ 5 mil millones en incentivos gubernamentales durante la próxima década, y Japón inició un programa de financiación del hidrógeno por 20 mil millones de dólares.
Fuente: Diario Financiero
"El plan viene a orientar las obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de esta industria y otras actividades comerciales”, detalló durante la exposición el subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos.
"El plan viene a orientar las obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de esta industria y otras actividades comerciales”, detalló durante la exposición el subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos.