3 de noviembre de 2024
Más de 70 científicos de Chile, Argentina, Noruega, EE. UU., Reino Unido, la UE y otros países enviaron una carta abierta dirigida a líderes mundiales exprensando su profunda preocupación por las actividades industriales dentro de áreas marinas protegidas (AMPs), socavando sus objetivos de conservación. La carta, que llegó mientras los delegados se reunían en la COP 16 de Cali, pide que se tomen medidas urgentes para proteger eficazmente estos ecosistemas vitales.
En la carta advierten que actividades como la minería, la pesca de arrastre y la acuicultura a gran escala, están socavando los beneficios de conservación de las AMPs y amenazando la biodiversidad que se supone que deberían proteger y destacan pruebas científicas que demuestran la incompatibilidad de estas actividades con los objetivos de las AMPs.
De acuerdo a la Dra. Sylvia A. Earle, una de las firmantes de la carta, “Mientras los líderes mundiales se preparan para dos semanas de reuniones relacionadas con la protección del 30% de los ecosistemas terrestres y marinos de todo el mundo para el año 2030, tenemos que asegurarnos de que estas medidas de protección se apliquen efectivamente. Hay demasiadas amenazas de las actividades industriales en las áreas protegidas existentes, por no hablar de las nuevas que deben crearse. Los gobiernos nacionales deben hacer más para poner fin a todas las actividades extractivas y perjudiciales de carácter industrial en las áreas marinas protegidas".
La carta señala como ejemplo la Patagonia chilena que está amenazada por la acuicultura industrial de salmón en corrales de red abierta. Se han otorgado 416 concesiones para operar dentro de aguas chilenas protegidas, incluidas muchas reservas y parques nacionales. Hay más de 100 solicitudes adicionales que buscan operar en las áreas protegidas de Chile. Los impactos negativos del cultivo de salmón están bien documentados e incluyen el agotamiento del oxígeno, la pérdida de biodiversidad, la contaminación química y la destrucción del hábitat.
“Hacemos un llamado a tomar medidas urgentes para abordar los impactos dañinos del cultivo de salmón en corrales de red abierta dentro de las áreas marinas protegidas en Chile. Esta expansión descontrolada amenaza la biodiversidad, los ecosistemas y la integridad de estas áreas de conservación”, afirmó Alejandro Pérez-Matus, signatario de la Pontificia U. Católica de Chile.
La carta también llama a la atención a la certificación de acuicultura “sostenible”, a las empresas de acuicultura y a los consumidores sobre la urgencia y la lógica de una mayor ambición en la conservación de los ecosistemas marinos, y a la necesidad de mecanismos y mercados que busquen una producción sostenible
Como los científicos marinos noruegos Per-Erik Schulze y Randi Storhaug escribieron en mayo, “parece que estas certificaciones actúan como un escudo que protege a ciertas empresas y les permite destruir el medio ambiente. Las certificaciones de acuicultura han debilitado el concepto de áreas protegidas, convirtiéndolas en parques de papel al permitir una producción industrial que es directamente incompatible con su propósito real”. Per-Erik también firmó esta carta.
Voces locales desde los territorios en conflicto, zonas marinas de la Patagonia chilena
Daniel Caniullan , dirigente de pesca artesanal y líder de la comunidad Pu Wapi señaló que “para nosotros es fundamental que lideres mundiales hagan este llamado para insistir en proteger de verdad estas áreas protegidas que hoy se ven fuertemente amenazadas por la industria del salmon. Es grato saber que toda esta mala práctica se conozca a nivel mundial”.
Juan Carlos Viveros, coordinador de Defendamos Chiloé, se refirió también al tema: “desde el archipiélago de Chiloé, donde llevamos más de 40 años con la industria, conocemos muy bien la historia. Es una industria que genera miles de millones de dólares anuales en ventas, que genera gran cantidad de empleos, pero que tiene unos costos climáticos, ecológicos y ambientales enormes. Dadas las emergencias que vivimos hoy, resulta inaceptable que puedan continuar dentro de áreas que fueron destinadas a su conservación por su enorme valor para el planeta y nuestra propia especie humana. Nuestra supervivencia depende de lograr que estas áreas tengan una protección verdadera. Recordamos a Julio Salas , subsecretario de pesca y acuicultura, que tiene una promesa pendiente con presentar un Plan de salida de la industria de las áreas protegidas patagónicas”.
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